El árbol de Eva Perón
Entre los árboles que podrás encontrar en tu visita por la Alameda de Santiago de Compostela, destaca el Abies nordmanniana un tipo de abeto, también conocido como ‘La perona’, porque la tradición dice que fue plantado por Eva Perón en su visita a Compostela en el año 1947. Este árbol mide hoy en día más de 22 metros de altura y se caracteriza por la abundancia de ramas, casi horizontales y por su gran cantidad de hojas de entre 2 y 3 centímetros de largo. Los compostelanos la conocen como 'La Perona' y es uno de los tres ejemplares incluidos en el Catálogo de Árboles Singulares de Galicia que viven en este parque, junto con un tilo plateado de más de 100 años y el eucalipto de los Enamorados, con su enorme tronco circundado por un banco en el que se sientan las parejas.
Alguien ha definido La Alameda, al oeste del centro histórico y con vistas privilegiadas a la zona vieja, como la ONU de los árboles por la variedad de procedencias. Desde su origen a mediados del siglo XVI, con la donación de los terrenos al municipio por el conde de Altamira, se ha ido enriqueciendo con más de 90 especies ornamentales y singulares que suponen más de 1.500 individuos, muchos de ellos exóticos.
La Alameda, para la gente de Santiago, es mucho más que un simple parque. Es un soplo de aire fresco en medio de la ciudad, un lugar donde poder relajarse... De alguna manera, siempre ha estado presente en los acontecimientos locales: la visita de Evita Perón, las ferias de libros, los mercados de ganado donde los acuerdos se sellaban con un apretón de mano debajo de un roble, las fiestas del Apóstol, las rifas y tómbolas, los tenderetes de vinos fuertes, los buñuelos, las pulperías…
También aquí dispone de una enorme variedad de esculturas y monumentos, donde quedaron retratados para la eternidad personajes icónicos de la cultura gallega como por ejemplo Valle-Inclán admirando la catedral desde un banco en el Paseo de los Leones, Rosalía de Castro o Las Marías, Coralia y Maruxa Fandiño, dos hermanas extravagantes que todos los días salían a pasear a las dos de la tarde. En la robleda de Santa Susana, en el centro del parque, se encuentra la capilla dedicada a esta santa con las reliquias de la mártir que el mismísimo arzobispo Diego Gelmírez arrebató a la ciudad portuguesa de Braga en el siglo XII.
La Alameda tiene un total de más de ocho hectáreas, y es el gran referente, el lugar desde donde se divisa una magnífica panorámica de Santiago con la Catedral, el ayuntamiento, el bosque de torres de iglesia...
Un lugar de visita obligada para toda persona que se encuentre de paso por la ciudad compostelana.