El vino Albariño es el vino más conocido de Galicia. La producción de estos vinos se elabora casi en su totalidad con uvas que reciben el mismo nombre- Albariño- y que dan lugar a vinos de sabor afrutado con un toque Atlántico que los convierte en ideales para ser combinados con marisco. De hecho, una mariscada acompañada de un buen albariño es una de las mejores experiencias gastronómicas que podemos disfrutar en la región gallega.

Cuenta la leyenda que los monjes de Cluny llevaron estas uvas procedentes del valle del Rin hasta el monasterio de Armenteira en el siglo XII. Dado que la uva crece a la perfección en lugares húmedos y con poca radiación solar, el cultivo se extendió por toda Galicia y el Norte de Portugal desde entonces. Así, la tradición enológica del Albariño lleva más de mil años asentada en las Rías Baixas, la zona de Galicia donde también podemos encontrar el mejor marisco.

Siglos después, se convirtió en un vino señorial que era cultivado por los grandes propietarios de los pazos, quienes podían permitirse el lujo de destinar una parte de sus fincas a la producción de vino. De hecho, desde el año 2001 el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas se encuentra en el Pazo Mugártegui, uno de los más majestuosos de la ciudad de Pontevedra, ubicado en una de las plazas del casco histórico: la Plaza da Pedreira.

El mayor reconocimiento para los vinos que proceden de la uva Albariño llega a finales del siglo XX cuando se crea la Denominación de Origen Rías Baixas. Desde este momento, las bodegas se especializaron en vinos de gran calidad para la promoción internacional de la marca y para llegar a ser conocidos en todo el mundo. Así, comienza la exportación de los vinos a otros países de Europa y a diferentes países de otros continentes (especialmente a Estados Unidos).

El crecimiento y el desarrollo de la producción vitivinícola de esta variedad se puede apreciar en la ampliación de las subzonas. En 1988, la Denominación de Origen Rías Baixas constaba de 3 subzonas en la provincia de Pontevedra: Val do Salnés (región geográfica de la Ría de Arousa), Condado do Tea (la zona interior del sur de la provincia) y O Rosal (la zona litoral del sur de la provincia). En 1996 se incorpora Soutomaior (que se encuentra al final de la Ría de Vigo), y finalmente, en el año 2000 se amplia una quinta subregión: la Ribeira do Ulla (que realiza su actividad principalmente en Vedra).

La viticultura de las Rías Baixas está marcada por un fuerte carácter tradicional. Muestra de ello es que la uva se cultiva en emparrado, un sistema que requiere que las labores de poda y de vendimia se realicen a mano. Son 5.500 los profesionales registrados que se dedican a la actividad vitivinícola, y 7.600 los empleados fijos que trabajan en el sector del vino en las Rías Baixas. De las subregiones anteriormente citadas, la del Val del Salnés es la que presenta mayores cifras: el 70% del total de las bodegas de esta Denominación de Origen se hallan aquí.

Ofrecer vinos de calidad es uno de los compromisos del Consejo Regulador. Por ello, se examinan con detalle todos los vinos de cada bodega y se otorgan certificados de calidad a los que superan las pruebas y los controles. Desde ArtNatura te invitamos a degustar un buen vino albariño de gran calidad en uno de los tours que ofrecemos por las Rías Baixas.