El Monasterio de Santa María de Oia se sitúa en lo más alto del panorama arquitectónico de este maravilloso municipio,que enclavado a orillas del mar es probablemente una de las edificaciones más grandiosas de Galicia. A lo largo de los años ha atravesado varias restauraciones hasta llegar a la perfecta conjunción de dos estilos arquitectónicos diferentes: Románico y Barroco.

Esta edificación fue fundada en el s.XII y sus orígenes vienen ligados más a leyendas milagrosas que a historias veraces, ya que su nacimiento está rodeado de un gran número de incógnitas. Este prodigio estructural fue declarado Bien de Interés Cultural y es considerado una de las reliquias más valiosas de la comunidad gallega.

Pero esta monumental construcción no es solo un vestigio histórico incomparable, ya que tras sus muros aguardan grandes secretos.La huerta monacal, perteneciente originariamente a los antiguos monjes cistercienses y hoy en día en proceso de recuperación, forma uno de los enigmas mejor guardados de este antiguo bastión. Este terreno encierra una herencia ancestral de extraordinarios conocimientos fitoterapéuticos ( plantas medicinales), que en el pasado posibilitaron llevar a cabo las mezclas oportunas para la elaboración de medicamentos.

Actualmente se atesoran un gran número de pruebas documentales específicas en relación a las propiedades de estas plantas medicinales, con la ayuda de esta preciada documentación los expertos están realizando las labores pertinentes para la recuperación de dicha huerta, con la intención de continuar la loable labor de los antiguos monjes,como un componente cultural y educativo acerca de la vida de los monasterios medievales.