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La iglesia de San Francisco de Betanzos y su peculiar escultura funeraria

22/02/2018

Hoy nos adentramos en la Iglesia de San Francisco de Betanzos, del siglo XIV, situada en Betanzos. Aquí descansan los restos de Fernán Pérez de Andrade, el mecenas de dicha iglesia, en uno de los monumentos funerarios más bellos del estilo gótico en Galicia. Acompáñanos a conocer la figura de Andrade acercándonos a la historia de esta iglesia gallega.

 

El miedo y la incertidumbre hacia la muerte, junto con el afán de recordar a la persona más allá de la misma y de una manera permanente, ha perseguido desde tiempos ancestrales al ser humano. Esta condición no entiende de épocas, ni de clases sociales; y es por eso que desde nobles hasta campesinos han tenido desde siempre la necesidad de inmortalizarse para así no ser olvidados en el tiempo. Hoy nos acercamos al caso de Fernán Pérez de Andrade, un caballero gallego mano derecha de Enrique II de Castilla, que jugó un papel fundamental en la historia gótica del reino de Galicia y nos dejó para su recuerdo un peculiar sepulcro funerario.

 

Fernán Pérez de Andrade fue un caballero gallego del siglo XIV, aficionado a la caza y a la batalla, pero con unas grandes inquietudes culturales entre las que destacan la poesía y la literatura de caballeros de la época. Según diferentes crónicas medievales, este caballero de noble cuna, fue mecenas y protector de la iglesia durante mucho tiempo, convirtiéndose el apellido Andrade en un nombre de importancia y poder.

 

Va a fundar en 1387 la iglesia de San Francisco de Betanzos, para que le sirviera de lugar de enterramiento a él y a otros miembros de su familia. Esto significaba un modo de afianzar su reconocimiento social, además de una manera de representarse físicamente en el plano terrenal una vez que pasara al más allá.

 

La iglesia de San Francisco de Betanzos data del siglo XIV y se ajusta a los cánones del arte gótico de la época: planta de cruz latina con una sola nave, ábside poligonal y dos capillas laterales. En su exterior podemos apreciar también la típica decoración gótica: rosetones y vidrieras en la fachada principal. Aquí es dónde empezamos a ver lo peculiar de esta construcción: en el tejado de uno de los brazos de la iglesia, descansa una cruz sostenida por un jabalí. Representación que luego se repetirá en el sarcófago de Fernán Pérez de Andrade, y constituye uno de los elementos más interesantes del templo.

 

Ya dentro de la propia iglesia podemos disfrutar de una colección de hasta 16 sepulcros, todos ellos de la familia de los Andrade. Este conjunto va a suponer el elemento artístico más interesante de la iglesia brigantina. Es el más interesante de todos ellos el de Fernán Pérez de Andrade, que destacar por su monumentalidad y su peculiar decoración. El sepulcro se hizo en vida de su destinatario, lo que justifica que en el borde de la cama funeraria se aluda a la fundación del convento, no a la muerte del caballero gallego en 1397. Está esculpido como un sepulcro exento, único de este tipo que hoy conservamos en las iglesias gallegas. Se alza sobre un basamento formado por las figuras de un oso y un jabalí (figura que se repite) y tiene los cuatro lados del sarcófago decorados.

 

El sarcófago presenta varias escenas de cacería en toda su decoración, junto con la representación de las armas del personaje, escudos y más representaciones de osos y jabalíes, animales simbólicos del escudo de la familia Andrade, que suponen algo peculiar porque en Galicia las representaciones de estos animales no eran recurrentes, y mucho menos para representar en el sepulcro de un noble.

 

Desde Art Natura te invitamos a que visites esta iglesia de San Francisco de Betanzos, declarada Monumento Nacional en 1919 y posteriormente Bien de Interés Cultural.

¡Adéntrate en los casos más curiosos del arte medieval en Galicia!

 

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