La traslatio: origen y actualidad
Fenómeno de tanta cabida como las peregrinaciones a Santiago no ocurren por casualidad. Nada ocurre por casualidad en la historia compostelana y es que para entender la enorme tradición de peregrinaje que existe en esta ciudad debemos remontarnos al descubrimiento de la tumba del Apóstol y al tema de la traslatio; que ha originado una nueva ruta turística que vale la pena disfrutar.
A principios del siglo IX, entorno al año 813, se produce el descubrimiento del sepulcro del Apóstol, momento en el que en Galicia vive un contexto cultural religioso marcado por el reinado asturiano de Alfonso II. Galicia deja de formar parte del reinado hispanovisigodo y empieza a aparecer dentro de un contexto cultural de ese reino astur, que va a marcar las directrices de su historia.
Es importante destacar que el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago es un hecho que conocemos a través de una narratio; una suerte de historia contada, narrada, a través de la tradición que se ha elevado a categoría de fuente histórica pues posteriormente personajes de cierta categoría social de la época (como obispos y reyes) han firmado esos documentos.
Se produce a partir de esto el fenómeno que varios historiadores califican como inventio; un acontecimiento basado en una revelación divina que va a conducir al descubrimiento de un cuerpo santo o parte de sus reliquias en un determinado lugar, exista o no tradición al respecto. La tradición compostelana ya hablaba a principios del siglo IX que el obispo de Iria Flavia había localizado en un rincón de una diócesis una tumba que considera del apóstol Santiago. Con este texto se empieza a marcar la autenticidad y fiabilidad de estos hallazgos, pues la autoría viene por parte del obispo, y en aquel momento nadie dudaría de la palabra de un obispo. Que esto esté respaldado por la palabra de un obispo hace que inmediatamente lo respalde la monarquía: se restaura esta iglesia y se construye una basílica para honrar los restos del Apóstol.
A todo esto se le unen diferentes publicaciones de la época. Breviarium apostolorum es uno de los primeros escritos que recogen que todas las comunidades cristianas querían tener un origen apostólico. Esta obra va a ser la que señale por primera vez que Santiago Apóstol predicó en Hispania y que está enterrado en un lugar desconocido llamado Aca Marmorea (el arca de mármol). Siglos más tarde nos encontramos con la publicación De Ortu et Obitu que narra la vida y muerte de los principales personajes de la iglesia en la que recoge toda la información del breviario anterior. Pronto este libro pasa a diferentes comunidades religiosas y llega a centros de monjes irlandeses que van a expandir por el norte esta creencia.
Ya en los siglos VIII y IX esta idea había calado en la sociedad, autores como Beda el Venerable escriben homilías donde se refieren a Santiago como el evangelizador de Hispania y se consagran iglesias al apóstol: existe ya una gran devoción por este santo. Más tarde Beato de Biena escribe Comentarios al Apocalipsis, donde afirma la predicación de Santiago en España localizando en un mapa aquel arca marmórica y reafirmándose con los documentos anteriores. Es en este contexto donde se facilita todo el despliegue: ya se encuentra el cuerpo, el monarca le da privilegios a Compostela y se usa este hallazgo en beneficio propio.
A partir de estos documentos, y del deseo de personajes públicos de la época por engrandecer la ciudad compostelana, se detectan y justifican como tal los restos del apóstol Santiago, tan buscados a lo largo de los siglos y justificados a través de los hechos anteriores.
Las historias habían evolucionado en beneficio propio pero también sabemos a través de los textos bíblicos el mandato de Jesús a sus apóstoles: ‘id por el mundo predicando el evangelio’. Si Cristo hace un mandato a los apóstoles para que prediquen, estos apóstoles estarán esparcidos por el mundo y dejan ver en sus textos que fueron enterrados en el lugar donde predicaron. Aquí surge el conflicto que pronto se resolvería con el tema de la traslatio: a Santiago Apóstol lo decapitaron en Jerusalén; ¿cómo es entonces que esté enterrado en Santiago de Compostela?
El origen de la traslatio
Cuenta la leyenda jacobea que antes de ser enterrado en Santiago de Compostela, el cuerpo del Apóstol Santiago recorrió por tierra y mar kilómetros hasta llegar a la capital gallega generando así el primer camino de Santiago. Los apóstoles debían de ser enterrados en aquel lugar donde habían predicado, y Santiago había sido decapitado en Jerusalén, por lo que comienza este proceso de traslatio de su cuerpo yacente.
De nuevo, la necesidad de explicar cómo había llegado el cuerpo de Santiago a tierras tan lejanas hace recurrir a una suerte de historia en la que personajes ilustres afirman hechos, y estos hechos se vuelven realidad. Beda el Venerable, o Floro de Lyon (monje francés de renombre en la época), señalan en sus escritos que el cuerpo del Apóstol fue trasladado a Hispania para ser enterrado a salvo de persecuciones.
La versión más antigua sobre el origen de la traslatio la encontramos en un texto francés procedente de Limonges, en Francia. En este manuscrito se señala que el cuerpo del Apóstol Santiago, después de haber sido decapitado en Jerusalén, fue introducido en un barco de madera y en siete días atravesó medio mundo hasta llegar al río Ulla, de la mano de Teodoro y Atanasio, sus discípulos y además enterrados a su lado por salvar el cuerpo del Apóstol a lo largo de este viaje de numerosos peligros.
Dice la tradición que los discípulos Teodoro y Atanasio viajaron con el cuerpo del Apóstol desde Jerusalén a través del mar Mediterráneo y la costa Atlántica, pasando por las costas de la Ría de Arousa y O Grove hasta llegar al cauce de los ríos Ulla y Sar. Aquí pararon en el puerto de Mugardán en Iria Flavia donde atracaron con la barca y, después de que unos sucesos milagrosos, el cuerpo del Apóstol apareció enterrado en aquella zona conocida como el Aca Marmorea.
La Ruta traslatio: cómo ha llegado a nuestros días
La Ruta Traslatio es una iniciativa que nace en 1963 y conmemora la llegada por mar, a Galicia del cuerpo del Apóstol Santiago, después de haber sido decapitado en la ciudad de Jerusalén. El recorrido de la Ruta Traslatio puede iniciarse en el Puerto de san Vicente do Mar o en el puerto de Ribeira, dado que son los dos puertos que entran a la Ría de Arousa. El recorrido finaliza en el puerto fluvial del río Ulla en Padrón, y los peregrinos que así lo deseen pueden continuar con la ruta hasta Santiago de Compostela.
Con esta ruta los peregrinos también obtendrán una cartilla en la que tendrán que parar en los diferentes puertos donde atracan para sellarla y así constatar que han realizado la Ruta Traslatio. El encanto de esta ruta reside en el aspecto novedoso de la misma: se trata de un tipo de peregrinaje por mar que combina itinerarios terrestres en los que el peregrino también podrá disfrutar de lugares de interés dentro del camino de Santiago.
Uno de estos puntos de interés más destacable dentro de esta ruta es el singular vía crucis marítimo, 17 cruceiros repartidos entre las islas y riberas a lo largo del recorrido Arousa-Ulla. Estos cruceiros son obra de José Luis Sánchez-Agustino y conmemoran la ruta que recorrió la barca del Apóstol Santiago durante su traslatio. Pueden verse desde Ribeira hasta Pontecesures pasando por Vilagarcía de Arousa, Rianxo, Catoira, Valga, Boiro y A Pobra do Caramiñal. Además el peregrino podrá disfrutar de la naturaleza, visitar bodegas, degustar la cocina tradicional gallega y pasar tiempo en las playas y cabos que rodean estos pueblos pesqueros.
Existen también diferentes rutas para hacer esta Ruta Traslatio. Si comienzas la ruta desde el sur, podrás visitar lugares como Sanxenxo, la playa de la Lanzada, las islas Ons y Onza (declaradas espacios naturales) o la península de O Grove y la Isla da Toxa; dos lugares de gran interés turístico de la zona.
La Ruta de la Traslatio por la parte oeste visita pueblos como Ribeira, de gran interés histórico-artístico por sus restos megalíticos y los castros. También A Pobra do Caramiñal, con un gran patrimonio histórico-cultural con iglesias de diferentes siglos. Por la parte oriental do Barbanza, esta ruta visita pueblos como Meaño, Cambados (visita obligatoria a la plaza de Fefiñáns y la casa-museo de Ramón Cabanillas), Vilanova de Arousa (con numerosos pazos de interés artístico) y Vilagarcía de Arousa (con monumentos arquitectónicos de gran valor y el Parque Natural de Carreirón).
Por el lado opuesto de Arousa, esta Ruta pasa por los pueblos de Boiro, Catoira, Bamio y Rianxo, con lugares emblemáticos como los castros de la zona, el santuario de Virxe de Guadalupe y numerosos monumentos de diferentes épocas. Ya por último, la modalidad del lado este de Arousa pasa por Valga, con numerosas iglesias románicas del siglo XII y por Dodro, que salvaguarda patrimonio arquitectónico barroco de importante valor.
La Ruta Traslatio obtuvo el reconocimiento del Parlamento Europeo, que lo nombró Primer Itinerario Cultural Europeo. La UNESCO, por su parte, lo declaró Patrimonio de la Humanidad y goza de categoría de Bien Interés Cultural declarado por la Xunta de Galicia desde 1999. Desde Art Natura te invitamos a descubrir esta nueva manera de peregrinaje.